La micción es un proceso fundamental en el desarrollo infantil y suele regularizarse con el crecimiento. Sin embargo, algunos niños pueden presentar trastornos de micción que afectan su calidad de vida y pueden generar preocupación en los padres. En este artículo, abordaremos las principales alteraciones urinarias en niños, sus posibles causas, el diagnóstico y las opciones de tratamiento.
¿Qué son los trastornos de micción?
Los trastornos de micción son alteraciones en la frecuencia, el control o la calidad del vaciamiento vesical en niños. Estas disfunciones pueden presentarse de diversas maneras, desde la incontinencia urinaria hasta el vaciado incompleto de la vejiga. Se estima que alrededor del 15% de los niños menores de 5 años pueden experimentar algún tipo de disfunción urinaria, lo que resalta la importancia de su detección temprana y tratamiento adecuado.
Tipos de trastornos de micción en niños
A continuación, describimos algunos de los principales trastornos miccionales en la infancia:
1. Enuresis nocturna
Es la emisión involuntaria de orina durante el sueño en niños mayores de 5 años. Puede ser primaria (cuando nunca han logrado el control nocturno) o secundaria (cuando había continencia previa de al menos seis meses y reaparece la incontinencia). Sus causas pueden incluir factores genéticos, retraso en la maduración vesical o problemas psicológicos.
2. Polaquiuria infantil benigna
Consiste en un aumento en la frecuencia urinaria diurna sin infección urinaria ni otras causas orgánicas. Suele resolverse espontáneamente en pocos meses y es más común en niños de entre 3 y 7 años.
3. Disfunción miccional
Ocurre cuando los niños tienen dificultades para relajar adecuadamente el esfínter urinario durante la micción, lo que provoca un vaciado incompleto de la vejiga. Puede estar asociado a infecciones urinarias recurrentes y a reflujo vesicoureteral.
4. Síndrome de la vejiga hiperactiva
Los niños con esta condición tienen una urgencia miccional repentina y frecuente, a menudo con escapes de orina antes de llegar al baño. Puede estar relacionado con hiperactividad del músculo detrusor de la vejiga.
5. Retención urinaria funcional
Algunos niños retienen la orina por largos periodos debido a hábitos o temor a ir al baño en entornos desconocidos. Esto puede llevar a infecciones urinarias y alteraciones en el vaciado vesical.
Causas de los trastornos de micción
Las causas de los trastornos urinarios en niños pueden ser diversas y abarcan factores fisiológicos, psicológicos y patológicos:
Factores genéticos: La enuresis nocturna, por ejemplo, suele tener un componente hereditario.
Alteraciones neurológicas: Algunas condiciones como la espina bífida pueden afectar el control vesical.
Factores emocionales: El estrés, cambios en el entorno o conflictos familiares pueden influir en el control urinario.
Infecciones del tracto urinario: Pueden causar micción frecuente, dolor y dificultad para vaciar la vejiga.
Malos hábitos miccionales: Retener la orina por largos periodos puede llevar a disfunciones vesicales.
Diagnóstico de los trastornos de micción
El diagnóstico de estos trastornos requiere una evaluación cuidadosa por parte del urólogo pediatra. El proceso puede incluir:
Historia clínica detallada: Se indaga sobre la edad de inicio de los síntomas, frecuencia urinaria, presencia de escapes, antecedentes familiares y eventos estresantes.
Diario miccional: Se solicita a los padres que registren la frecuencia y el volumen de la orina durante varios días.
Exámen físico: Se evalúa la región lumbar y perineal para descartar anomalías neurológicas.
Exámenes de laboratorio: Como análisis de orina y urocultivo para descartar infecciones urinarias.
Estudios de imagen: En algunos casos, se requieren ecografías renales y vesicales para detectar malformaciones o alteraciones en la vejiga.
Tratamiento de los trastornos de micción
El manejo de estas condiciones depende del tipo de trastorno y su causa subyacente. Algunas estrategias incluyen:
1. Modificación de hábitos miccionales
Establecer horarios regulares para ir al baño.
Evitar la retención prolongada de la orina.
Fomentar una buena higiene urinaria para prevenir infecciones.
2. Terapia conductual
Uso de alarmas para la enuresis nocturna.
Refuerzos positivos para mejorar el control vesical.
3. Tratamiento farmacológico
En casos de enuresis nocturna severa, se puede indicar desmopresina.
Para vejiga hiperactiva, se emplean anticolinérgicos bajo supervisión médica.
4. Manejo de infecciones urinarias
Si se detectan infecciones recurrentes, se deben tratar con antibióticos adecuados y evaluar posibles causas subyacentes.
5. Fisioterapia y biofeedback
Para niños con disfunción miccional, la fisioterapia del suelo pélvico puede ser una opción efectiva.
Conclusión
Los trastornos de micción en niños pueden ser motivo de preocupación, pero con un diagnóstico oportuno y un manejo adecuado, la mayoría de los casos tienen una excelente evolución. Como urólogo pediatra, mi recomendación es que los padres consulten con un especialista ante cualquier alteración urinaria persistente en sus hijos. La detección temprana es clave para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida de los niños.
Si tienes dudas o necesitas una evaluación, no dudes en acudir a consulta.