Una hernia inguinal se produce cuando una porción del intestino u otro tejido sobresale a través de un punto débil de los músculos abdominales, lo que provoca una inflamación en la ingle o el escroto. Las hernias inguinales son relativamente comunes en los niños y afectan hasta al 5% de todos los bebés y niños pequeños. Los niños tienen más probabilidades de desarrollar una hernia inguinal que las niñas, y la afección es más común en los bebés prematuros.
Causas y factores de riesgo de las hernias inguinales en niños
En la mayoría de los casos, las hernias inguinales en niños son causadas por una combinación de factores genéticos y ambientales. Los niños con antecedentes familiares de hernias tienen más probabilidades de desarrollar la afección, al igual que aquellos con músculos abdominales débiles, bajo peso al nacer y otras afecciones médicas que aumentan la presión intraabdominal, como estreñimiento o tos crónica. Los niños corren mayor riesgo debido al descenso de los testículos a través del canal inguinal durante el desarrollo fetal.
Signos y síntomas de hernias inguinales en niños
El síntoma más común de una hernia inguinal en los niños es un bulto o hinchazón visible en la ingle o el escroto, que puede volverse más prominente al toser, llorar o hacer fuerza. La hernia puede ser dolorosa o sensible al tacto, especialmente si queda atrapada, lo que puede causar obstrucción intestinal y otras complicaciones graves. Otros signos y síntomas de una hernia inguinal en los niños incluyen náuseas, vómitos, estreñimiento y sensación de plenitud en el abdomen.
Diagnóstico y tratamiento de las hernias inguinales en niños
Las hernias inguinales en los niños generalmente se diagnostican a través de un examen físico, durante el cual el médico puede sentir la hernia y su contenido. En algunos casos, se pueden utilizar pruebas de diagnóstico por la imagen como la ecografía o la resonancia magnética para confirmar el diagnóstico o descartar otras afecciones. El tratamiento de las hernias inguinales en los niños generalmente implica cirugía, que se puede realizar de forma ambulatoria bajo anestesia general. Durante el procedimiento, el cirujano reparará el músculo o tejido debilitado y devolverá cualquier órgano que sobresalga a su posición correcta. La mayoría de los niños pueden reanudar sus actividades normales unas pocas semanas después de la cirugía.
Prevención y pronóstico de las hernias inguinales en niños
Aunque las hernias inguinales en los niños no siempre se pueden prevenir, existen varias medidas que los padres y cuidadores pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollar la afección. Estos incluyen mantener un peso saludable, alentar el ejercicio regular, promover buenos hábitos intestinales y evitar la tensión excesiva en los músculos abdominales. Con un diagnóstico rápido y un tratamiento adecuado, la mayoría de los niños con hernias inguinales tienen un pronóstico excelente y pueden esperar recuperarse por completo sin complicaciones.
Conclusion
Las hernias inguinales en los niños son una condición relativamente común que puede causar malestar, dolor y otras complicaciones si no se trata. Si bien la afección no siempre se puede prevenir, los padres y cuidadores pueden tomar medidas para reducir el riesgo de desarrollar una hernia inguinal y garantizar un diagnóstico y tratamiento oportunos si ocurre. Con el cuidado adecuado, la mayoría de los niños con hernias inguinales pueden recuperarse por completo y reanudar sus actividades normales con una interrupción mínima.