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Cuando Llevar A Un Niño Al Urólogo 

Como padres, una de las preguntas más frecuentes es cuándo llevar a un niño al urólogo. Saber identificar las señales que indican la necesidad de acudir a un especialista en urología pediátrica es clave para garantizar una atención adecuada y el bienestar de nuestros hijos. Soy el Dr. Luis Piña, urólogo pediatra en Toluca, y en este artículo te explicaré las situaciones más comunes que requieren una consulta con un urólogo pediatra.

1. Infecciones urinarias recurrentes

Uno de los motivos más frecuentes para llevar a un niño al urólogo es la presencia de infecciones urinarias recurrentes. Si tu hijo ha tenido más de dos infecciones en poco tiempo o presenta síntomas como fiebre, dolor al orinar o dolor abdominal, es importante buscar ayuda especializada. Las infecciones urinarias pueden ser un indicio de problemas subyacentes en el tracto urinario, como el reflujo vesicoureteral, una condición donde la orina fluye hacia los riñones desde la vejiga.

2. Problemas para orinar

Si tu hijo tiene dificultad para orinar, como un flujo débil, goteo constante o dolor al orinar, es importante llevarlo al urólogo pediatra. Estos síntomas podrían ser indicativos de problemas en la vejiga o en la uretra. También, si después de los 5 años tu hijo sigue mojando la cama o tiene escapes de orina durante el día, es recomendable una revisión médica.

3. Malformaciones congénitas

Desde el nacimiento, algunos niños pueden presentar malformaciones en el tracto urinario o genital. Condiciones como la hipospadias, donde la apertura de la uretra no está en la punta del pene, o la criptorquidia, cuando uno o ambos testículos no han descendido correctamente, deben ser tratadas por un urólogo pediatra. Es crucial detectar y tratar estas condiciones a tiempo para evitar complicaciones a largo plazo.

4. Dolor o hinchazón en el área genital

El dolor o la hinchazón en los genitales es otra señal clara de cuándo llevar a un niño al urólogo. Un ejemplo es la torsión testicular, una emergencia médica en la que el cordón que lleva sangre al testículo se tuerce, cortando el flujo sanguíneo. Esta condición requiere atención inmediata para evitar la pérdida del testículo. Si notas hinchazón o dolor en el escroto, es fundamental llevar a tu hijo a un urólogo de inmediato.

5. Problemas renales o antecedentes familiares

Si tu hijo tiene antecedentes familiares de enfermedades renales o ha sido diagnosticado con un problema renal, como malformaciones congénitas o insuficiencia renal, debes llevarlo regularmente al urólogo pediatra. El seguimiento adecuado es esencial para prevenir complicaciones y asegurar el correcto desarrollo de sus riñones.

6. Dificultades en la pubertad

Si notas que tu hijo presenta signos de pubertad precoz (cambios hormonales antes de los 9 años en niñas o 10 años en niños) o un retraso en el desarrollo puberal (ausencia de cambios después de los 14 años), es importante que lo evalúe un urólogo pediatra. Este tipo de problemas pueden estar relacionados con el sistema endocrino o con el desarrollo genital y requieren tratamiento.

7. Anomalías en exámenes médicos

Durante los chequeos médicos rutinarios, se pueden detectar anomalías como sangre en la orina (hematuria) o proteínas en la orina (proteinuria), que son señales de que algo no está bien en el sistema urinario. Si el pediatra de tu hijo detecta alguna de estas anomalías, te referirá a un urólogo pediatra para una evaluación más profunda.

8. Hernias inguinales

Una hernia inguinal es un abultamiento en la ingle que aparece cuando una parte del intestino sobresale a través de un punto débil en la pared abdominal. Si notas este abultamiento en tu hijo, sobre todo cuando llora o se esfuerza, es hora de llevarlo al urólogo pediatra para que evalúe la situación y determine si se requiere cirugía.

¿Cuándo llevar a un niño al urólogo? Resumen

Saber cuándo llevar a un niño al urólogo es esencial para asegurar su salud y bienestar. Aquí un resumen de los momentos clave en los que debes considerar llevar a tu hijo a una consulta:

  • Infecciones urinarias recurrentes.
  • Dificultad para orinar o mojar la cama después de los 5 años.
  • Dolor o hinchazón en el área genital.
  • Malformaciones congénitas como hipospadias o testículos no descendidos.
  • Problemas renales o antecedentes familiares.
  • Anomalías detectadas en exámenes médicos.
  • Hernias inguinales o problemas durante la pubertad.

Conclusión

Detectar a tiempo cualquier problema urinario o genital en los niños es fundamental para garantizar su desarrollo saludable. Si tienes dudas sobre cuándo llevar a un niño al urólogo, recuerda que ante cualquier síntoma inusual o preocupación, lo mejor es consultar a un especialista. Como urólogo pediatra en Toluca, estoy aquí para ayudarte a cuidar la salud de tus pequeños y asegurarnos de que crezcan de manera sana y feliz.

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